Somos IVF
Instituto Valenciano de Finanzas
El Instituto Valenciano de Finanzas es un banco promocional de titularidad pública, que actúa de forma complementaria al sistema bancario tradicional para inyectar liquidez en el tejido productivo de la Comunidad Valenciana, otorgando financiación hacía proyectos considerados estratégicos para la economía valenciana.
Para ello, el IVF cuenta con una variada cartera de productos financieros en la que personas autónomas, pequeñas y medianas empresas y grandes empresas de la Comunitat Valenciana pueden encontrar un producto financiero que cubra sus necesidades específicas de financiación.
Somos el principal instrumento de crédito público del gobierno valenciano y nuestra misión es dar respuesta, desde el punto de vista financiero, a las políticas de promoción económica del Consell y desarrollar en cada momento los instrumentos financieros necesarios a las diferentes coyunturas economías atravesadas, actuando como instrumento anticíclico y prestando especial atención a la atracción y ejecución de fondos europeos, y la financiación de proyectos diferenciales y estratégicos para la Comunitat Valenciana.
Además, cabe destacar el papel del IVF como instrumento tractor de inversiones desarrolladas en la Comunitat, mediante su participación en Fondos de Capital Riesgo, lo que favorece el crecimiento de inversiones en empresas valencianas atrayendo capital local y foráneo a este tipo de financiación alternativa a la bancaria.

Nuestra sede
El Palau de los Boïl d´Arenós perteneció en origen a la familia Boïl y Vives de Cañamás, barones de Bétera, como demuestra el escudo de armas de la puerta. A lo largo de su historia ha experimentado numerosas reformas. La primera reforma significativa, en el siglo XVIII, levantó la fachada y estructuró el inmueble en las tradicionales cuatro alturas. Otras posteriores introdujeron modificaciones en su estructura y transformaron la fachada principal para homogeneizarla. En 1854 pasó a ser propiedad de Vicente Dasí y Lluesma, marqués de Dos Aguas. En 1976 la Comisión del Patrimonio Artístico de València impidió su demolición, declarándose al año siguiente monumento artístico. Tras su rehabilitación en 1980 y la firma de un acuerdo de cesión, el inmueble pasó a albergar la Bolsa de València, entidad que se trasladó en septiembre de 2021 cuando la Generalitat recupera nuevamente este edificio para convertirlo en la nueva sede del Institut Valencià de Finances